Nota Editorial

El despertar

  Entra la luz y asciendo torpemente

  de los sueños al sueño compartido

  y las cosas recobran su debido

  y esperado lugar y en el presente

  converge abrumador y vasto el vago

  ayer: las seculares migraciones

  del pájaro y del hombre, las legiones

  que el hierro destrozó, Roma y Cartago.

  Vuelve también la cotidiana historia:

  mi voz, mi rostro, mi temor, mi suerte.

  ¡Ah, si aquel otro despertar, la muerte,

  me deparara un tiempo sin memoria

  de mi nombre y de todo lo que he sido!

  ¡Ah, si en esa mañana hubiera olvido!

Jorge Luis Borges

El despertar, momento de renovación

¿Qué significa despertar?

Abrir los ojos ante un futuro que aunque prometedor implica salir de ese espacio de aparente seguridad. Las contingencias nos atraviesan, eventos inesperados irrumpen en la cotidianidad, en esa rutina estable que cada uno lleva todos los días. Entonces parece que algo cambia radicalmente, parece que ya no somos las mismas personas, algo se mueve. 

Algunos eventos no son tan inesperados. Vistos desde afuera, nadie lo veía venir pero puede que a la persona a quién le sucedió le era totalmente necesario, quizás hasta desesperadamente esperado. 

La rutina y la estabilidad se han considerado como una meta suprema, representación de que se han hecho las cosas “correctamente” y de que se ha alcanzado la adultez. Se lucha constantemente por alcanzar la estabilidad económica, familiar, laboral. Como si pudiera existir una vida sin problemas, sin contingencias. 

Y es que no solo lo de afuera cambia. Todos los días nos enfrentamos a elecciones, dejar ir algo para darle lugar a otra cosa, eso nos mantiene cambiando, nos mantiene en movimiento.

Es muy fácil dejarse engañar por la ilusión de estabilidad y pretender alcanzarla a como dé lugar. 

Durante el último año, nos hemos enfrentado con todo este movimiento, desde afuera y desde adentro. Hemos hecho algunos cambios, algunas cosas permanecen igual.  Despertar, pararse, seguir; significantes que marcaron con fuerte impronta este año complejo y desafiante.  

La separación implica retomar un camino propio, crear desde cero, desde el inicio, desde una génesis esta vez construyendo formas de lo propio, de lo que ahora es más nuestro y más íntimo. 
Despertamos en este tramo de nuestro recorrido. Llevamos tres años apostando por el deseo que nos mueve cada día, dando espacio a la subjetividad de cada una, al tiempo de cada una y poniéndonos al trabajo, con compromiso y dedicación para sostener este lindo espacio en el que compartimos con ustedes un Café Subjetivo.

Yumilis y Oriana

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