El amor real: ¿existe el amor verdadero?

Los seres humanos nos creamos falsas expectativas de lo que es el amor pero cabe preguntarse: ¿qué es el amor?, ¿dónde nace el amor real?, ¿es un sentimiento, una persona, algo físico o material?

Este texto es un fragmento de entrevista radial editado para publicación, transmitido por  Radio Girardot FM 106.3 en el programa En perspectivas. 

¿Existe el verdadero amor? ¿Se puede sentir, palpar, es real?

En primer lugar muchas gracias por la invitación. Este es un espacio importante para hablar sobre temas interesantes.  Justamente había estado trabajando sobre esta pregunta. La pregunta sobre si existe el amor verdadero me hace pensar: ¿entonces también existe un falso amor?, ¿cómo se reconoce?

El problema no es si existe o no, sino la idealización que cada persona se hace del amor, de lo que significa enamorarse. Para algunos pueden ser detalles, para otros mensajes, presencia. 

En las novelas y series se transmite parte de lo que es esa idealización sobre el amor perfecto. Es curioso, por ejemplo, que las novelas vistas por nuestra generación, culminaban con una boda bellísima y todos felices. Y te preguntas: ¿qué pasa después?

¿Tiene duración el amor?, ¿se puede temporalizar?

Lo que he visto en la práctica clínica con parejas es que no se trata tanto del tiempo. Se trata de las formas que toma el amor a través del tiempo.  Realmente lo que suele dificultarse, es sostener una relación de pareja.

“Lacan distinguía entre el amor imaginario, el simbólico y el real. El primero es el flechazo, donde el otro es lo que menos importa porque es algo de nuestra imaginación; el simbólico era, para Freud, el amor al padre; y después está el amor real, que es el amor sin piedad. Es un amor que no busca reciprocidad y que no se engaña, uno conoce los defectos del otro pero aún así lo quiere.”*  

Hay uniones que no se sostienen por amor independientemente del tiempo. En estos casos se sostienen por apego, porque encuentran algo conocido en el compañero o por sostener a la familia. La pareja les refleja algo que necesitan y no pueden soltarlo. Hay muchas razones para sostener una relación de pareja y no necesariamente es el amor.

¿Destino o casualidad?

Eso del destino es el inconsciente. Es lo que guía nuestras vidas. Hasta que cada uno de nosotros no reconozcamos las cosas que hacemos de manera inconsciente, este inconsciente seguirá dirigiéndonos la vida. Es fácil llamarle destino para no tomar ninguna responsabilidad. Lacan dice al respecto: 

“Las casualidades nos empujan a diestra y siniestra, y con ellas construimos nuestro destino, porque somos nosotros quienes lo trenzamos como tal. Hacemos de ellas nuestro destino porque hablamos”.**

En el inconsciente es donde tenemos aquellos rasgos por los cuales escogemos una pareja y no nos damos cuenta hasta mucho después. De hecho, de allí que haya una repetición en la elección de distintas parejas pero que tienen los mismos rasgos. 

Una vez un paciente llegó a consulta pues quería saber por qué todas las mujeres que elegía eran controladoras, impulsivas y locas. No pueden ser iguales porque hay singularidad pero este paciente se enfocaba en el rasgo común y escogía a partir de ese rasgo.

Entonces no es el destino. Se trata de una elección del inconsciente. ¿Por qué se elige? solo podemos ver de qué se trata si vamos a un psicoanálisis. 

Solemos referirnos al amor en ámbitos de pareja. Pero el amor genuino se encuentra también en otras instancias. ¿Cuál es amor genuino?

El primer amor es el que hay entre una madre y un hijo. La madre al principio se siente completa con su bebé. Dependiendo de cómo se haya dado ese amor es que se elegiría las futuras relaciones amorosas.

El punto no es cómo nos aman. El punto es, la idea que nos hacemos de lo que recibimos como demostración de amor, es decir, cómo interpretamos el amor del otro.

Cada madre, cada familia transmite maneras singulares de amar. Cada uno interpreta a su propia forma y eso da lugar al malentendido. Porque no todo lo que queremos decir, se entiende del mismo modo. 

En este contexto es que surgen los problemas de pareja, a partir de ese malentendido.

En la vinculación afectiva entre madre e hijo, ¿se puede dar lugar a que se desarrolle sanamente dentro del hogar un hombre y una mujer con una emocionalidad equilibrada consciente de lo que es amar?

Ese es un ideal. Como lo dije antes, la interpretación que cada uno hace, siempre genera un malentendido. Siempre va a existir un núcleo sintomático. No hay un manual para ser padres, ni mucho menos un manual para amar “adecuadamente”. 

El principal conflicto de la pareja es que queremos que el otro sea similar a nosotros. Eso no es posible. Al principio, ambos miembros de la pareja tratan de encajar el uno con el otro. Luego las diferencias empiezan a aparecer. 

Es en este punto que el amor real se pone a prueba. Se trata de poder soportar las diferencias. Lacan hablaba del amor imaginario. Cuando eso se cae lo que queda es el amor real. Es una elección. Cada uno decide quedarse con su pareja a pesar de las diferencias. Se pone en juego el deseo de estar con esa persona. 

* Brousse, M-H. “Sobre el amor” Entrevista disponible en: https://redpsicoanalitica.org

** Lacan, J. (2006) “Joyce el síntoma”, Conferencia dictada el 16 de junio de 1975, en Seminario 2, El sinthome, Paidós, Buenos Aires, pág. 160.

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