El rol de cada persona en la sociedad es el producto de su entrenamiento en un área determinada y la creencia acerca  del propósito de su vida. En el transcurso de nuestra vida hemos seguido cánones familiares, educativos  y/o religiosos, que pueden habernos predispuesto a un propósito. Pero lo que realmente nos conecta con él, es la vocación.

¿Podemos reconocer la vocación?

La palabra vocación puede tener distintas definiciones dependiendo del contexto en que se exprese. En lo religioso puede estar asociada con “la inspiración con que Dios llama a algún estado..”. En un contexto diferente hace referencia a la “Inclinación por una profesión o una carrera” **

Personalmente, considero que la vocación es como una “fuerza interna” que mueve nuestras intenciones durante el ejercicio de un oficio o profesión haciendo posible de algún modo, experimentar disfrute y satisfacción. Entonces para reconocer nuestra vocación bastaría detenerse un poco e identificar los sentimientos que levanta en nosotros la actividad que ejecutamos cada día. Pero no es tan sencillo, en algunos puede tomar varios oficios e incluso iniciar en varias carreras hasta lograr esta identificación.

Actualmente, en el ámbito educativo las universidades han implementado los test de orientación vocacional que pretenden reconocer las debilidades y fortalezas del estudiante. Esto supone hacerle más sencillo la elección del área de formación donde se desempeñará con más éxito. ***

Estos mecanismos son de mucha utilidad para orientar a un estudiante a la hora de marcar una o varias alternativas para lograr su ingreso a la universidad. Pero sería ideal  que el autoconocimiento le permitiera reconocer desde edades más tempranas el “soy bueno para..” y poder elegir de forma más consciente una opción.

¿Podemos cultivarla desde la infancia?

Los niños y niñas desde muy pequeños se invisten de distintos roles en sus juegos. Es común verlos desempeñándose como  médico, bombero, policía o inclusive ocupar el papel de padre o madre. El adulto al observarlos puede fantasear asociando esta actuación a un futuro desempeño profesional de su pequeño o pequeña.

Al respecto Palacios L.  expresa: “El niño no elige su profesión desde su infancia, aunque en la latencia o algo más tarde, puede toparse con indicios que le hagan, por decirlo así, pre-decidirlo..” 

Desde el psicoanálisis, la vocación es considerada como un impulso iniciado tempranamente, que expresa congruente y adecuadamente las necesidades de reparar desde el inconsciente, un objeto interno dañado, produciéndose desde la infancia una posible y variada muestra vocacional. **** 

La idea acerca del oficio o profesión que desempeñará el individuo se va transformando durante su desarrollo y estará influenciada por la interacción con su entorno. Finalmente será la necesidad de su inconsciente quien lo conducirá a su elección para expresar su vocación.

La vocación de un individuo es un aspecto muy personal. Durante su descubrimiento nadie debería conducirla o forzarla. Como maestros y/o  padres es conveniente actuar como acompañantes de los niños, niñas y adolescentes, facilitándoles los espacios y las herramientas que les permitan transitar el camino de su autoconocimiento. Así se les permitirá reconocer el “soy bueno para…” y hacer que su decisión sea la justa y necesaria para su evolución y crecimiento personal.

*Significado de Propósito [Internet]. Significados. 2014 [citado 17 febrero 2021]. Disponible en: https://cutt.ly/Ak4qggS

**Vocación [Internet]. Real Academia Española. 2020 [citado 17 febrero 2021]. Disponible en: https://cutt.ly/uk4qNrM 

***¿Para qué sirven los test de orientación vocacional? [Internet]. Futuros Alumnos. Explora UNAB. Universidad Andrés Bello. 2020 [citado 17 febrero 2021]. Disponible en: https://cutt.ly/2k4wwrZ

****Palacios López A. El llamado a ser Psicoanalista [Internet]. Psicoanálisis, Cultura y Filosofía. CARTA PSI. 2017 [citado 17 febrero 2021]. Disponible en: https://cutt.ly/Nk4wlY0